En los últimos años y debido, entre otras cuestiones, a la proliferación de alergias y patologías alimentarias, se han ido realizando implementaciones en el etiquetado de productos para, de este modo, facilitar al consumidor final una información muy valiosa a la hora de realizar la compra.
Informar al consumidor debidamente para que puedan interpretar su contenido, es un ejercicio de responsabilidad por parte de los productores y una herramienta imprescindible para el consumidor a la hora de elegir lo más indicado para su salud.
Desde el 13 de diciembre de 2016, la información nutricional es obligatoria aunque desde tiempo atrás, muchos productores fueron incorporando datos de forma voluntaria de acuerdo a lo que establecía la nueva normativa.
Según la Agencia de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), “el etiquetado de alimentos es el principal medio de comunicación entre los productores de alimentos y los consumidores finales, constituyendo una herramienta clave para permitirles realizar elecciones informadas sobre los alimentos que compran y consumen”. El Reglamento Europeo sobre Etiquetado de Alimentos exige, entre otras cosas, que éste incluya información sobre siete nutrientes esenciales: energía, proteínas, grasas, grasas saturadas, carbohidratos, azúcar y sal. Estos valores estarán expresados siempre por cada 100 gramos o mililitros.
El consumidor debe ser más consciente de la importancia que tiene dedicar unos segundos a recabar información sobre el contenido o la composición de los productos que adquiere en el mercado. Este gesto influye de manera directa en la mejor elección de un alimento ya que, conociendo el contenido, podemos por ejemplo descartar aquellos que tengan más grasas o sodio, y así reducir o directamente evitar su consumo.
En Grama Papel ponemos toda nuestra atención a la hora de confeccionar las etiquetas de nuestros clientes. Estamos al día de las modificaciones en las diferentes normativas y llevamos a cabo todas las recomendaciones relativas a información obligatoria, símbolos de alérgenos, tamaños mínimos en textos, tablas nutricionales, etc.